lunes, 27 de diciembre de 2010

La televisión y los niños...


El mirar la televisión es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en la vida de los niños y adolescentes. La televisión puede entretener, informar y acompañar a los niños, pero también puede influenciarlos de manera negativa.

El tiempo que se pasa frente al televisor es tiempo que se le resta a actividades importantes como el juego, la lectura, el trabajo escolar, el pasar tiempo con la familia y el desarrollo social. Los niños también pueden aprender cosas en la televisión que son inapropiadas o incorrectas. Muchas veces no saben diferenciar entre la fantasía presentada en la televisión y la realidad.

Los niños que ven demasiada televisión tienen mayor riesgo de:

- Sacar malas notas en la escuela
- Leer menos libros
- Hacer menos ejercicio
- Tener sobrepeso

La violencia, la sexualidad, los estereotipos de género, el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas de televisión. Los jóvenes impresionables pueden asumir que lo que se ve en la televisión es normal, es seguro y es aceptable. Por consecuencia, la televisión también puede exponer a los niños a tipos de comportamiento y actitudes que pueden ser abrumadoras y difíciles de comprender.

Los padres pueden ayudar a sus hijos a tener experiencias positivas con la televisión, para ellos deben:

- Ver los programas con ellos
- Escoger programas apropiados para el nivel de desarrollo del niño
- Poner límites a la cantidad de tiempo que pasan delante del televisor
- Apagar la televisión en las horas de las comidas y en las de estudio
- Cambiar de programa cuando no les parezca apropiado para su hijo

çNo hay que permitir a los niños ver la televisión por horas de recorrido; al contrario, se deben seleccionar programas específicos para los niños. Hay que elegir los programas que sean adecuados para el nivel de desarrollo del niño. Los programas de niños en la televisión pública son adecuados, pero las novelas, las comedias para adultos y los programas de conversación de adultos no lo son. Hay que establecer ciertos periodos de tiempo cuando el televisor esté apagado. Las horas de estudio deben dedicarse al aprendizaje, no son para sentarse frente al televisor mientras tratan de hacer la tarea. Las horas de la comida son tiempo para conversar con otros miembros de la familia y no para mirar la televisión.

Hay que estimular discusiones con los niños sobre lo que se está viendo cuando están viendo un programa juntos. Hay que señalarles el comportamiento positivo como la cooperación, la amistad y el interés por otros. Además de esto, hay que estimular a los niños para que se envuelvan en los pasatiempos, deportes y con amigos de su misma edad. Con la orientación apropiada, los niños pueden aprender a usar la televisión de una manera saludable y positiva.


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