martes, 4 de enero de 2011

Mucho arte!!!

Cualquier actividad lúdica tiene que ejercerse en libertad. Sólo así un niño se divierte y aprende. Muchos padres estarán de acuerdo con esta idea... hasta que su hijo se presenta ante ellos con unas pinturas o unos botes de plastelina en la mano.

¿Qué ventajas tiene dejarle manipularlos a su gusto?

Ejercita sus capacidades...

Pintando, tu hijo practica la coordinación ojo-mano y la motricidad fina. Desde que aprendió a coger las cosas usando la pinza (con los dedos índice y pulgar) busca cada vez mayores desafíos. Eso significa querer coger cosas más pequeñas y difíciles de manipular como los lápices o las ceras. Así también empieza a organizar el espacio, al colocar figuras en un papel en blanco.

Explora nuevas formas de expresión...

Las primeras veces tendrá la sensación de que es una actividad casi mágica: le asombrará ver que con sólo mover un poco las manos, el papel se llena de garabatos de colores. A medida que se vaya haciendo mayor, en sus dibujos plasmará sus gustos, sus alegrías y, también, sus temores.


Da alas a su creatividad...

Pintar es combinar colores entre sí, inventar figuras, experimentar con las manos. No hay reglas ni normas que cumplir.


Se siente orgulloso...

Cada vez que un niño muestra su "obra" a un adulto busca su elogio. Él se siente muy orgulloso de lo que ha hecho y espera que los demás se lo reconozcan. Vale la pena darle un valor colgándolo en un lugar visible o convertirlo en un regalo para una persona querida.

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